Escuela Digital de Teología

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Una liturgia para estudiantes y eruditos

A Liturgy for Students & Scholars
Every Moment Holy
, Tomo I, Douglas Kaine McKelvey

Traducción: Jonathan Hanegan

Marc Chagall, Jacob lucha con un ángel

Una liturgia para estudiantes y eruditos

Concédeme aprender a amar el aprendizaje, oh Señor, porque es tuyo el mundo,

y todas las cosas que hay en el habla –cada uno a su manera– de ti:

            de tu mente,

            tus designios,

            tu artesanía,

            tu poder,

            tu propósito realizado.

 

Todo conocimiento es tu conocimiento.

Toda sabiduría tu sabiduría.

 

Por lo tanto, al aplicarme al aprendizaje,

concédeme tener presente todo que lo creado

es tu expresión creativa, que toda historia

forma parte de tu gran historia,

y que toda disciplina de orden y diseño

es una búsqueda de tus pensamientos—

de tal modo que un dominio de estas materias

brindaría un mayor conocimiento de la

simetría y maravilla de tus caminos.

 

A través de este viaje, oh gran Arquitecto de la vida y la belleza,

bendíceme con maestros que son apasionados por los temas

que enseñan, y con mentores que se deleitan

en despertarme en mí un amor feroz por aquellas partes de tu creación

y de tu historia que ya ellos han aprendido a amar bien.

 

Mientras me aplico a mí mismo a estos temas

que al principio encuentro tediosos,

premia mis esfuerzos con

            nueva perspicacia,

            nueva inspiración,

            pequeñas epifanías,

y con la firma convicción que tú

estás obrando en mi corazón y en toda circunstancia,

no sólo ampliando mi conocimiento,

sino también dando forma a mi corazón

a través de la paciencia, la perseverancia y la disciplina

para que yo pueda madurar como es debido y con humildad

servir los propósitos de tu gran reino.

 

Dame un conocimiento profundo de la verdad y un fino

discernimiento de las ideas que encuentro en mis estudios.

Guarda mi mente siempre del error,

y guarda también mi corazón de la tentación

de comparar mi desempeño con el trabajo de mis pares,

para que no caiga en la trampa de la vergüenza ni del orgullo.

 

Concede, más bien, que pueda administrar cualquier don erudito

que me hayas proporcionado, y que pueda hacerlo como un medio

para prepararme para tu servicio y para los demás,

recibiendo mi identidad de tu amor y perdón,

no de mis notas o de halagos aquí.

 

Abre, oh Señor, según tu voluntad, la senda de mi vida en

el porvenir. Usa mis estudios para moldear mi visión de lo que mi

lugar y llamado puedan ser en este mundo. Comienza a mostrarme dónde

mi profunda alegría y la profunda necesidad del mundo podrían encontrarse.

Y así, concédeme ser consciente no sólo de mis estudios, sino

también de las necesidades de mis pares y aun de mis maestros.

Concédeme responder con misericordia ante los fracasos de los demás.

 

Concédeme ser en esta escuela, aun de manera sencilla,

un testigo del amor y la luz y de la reconciliación;

es decir, en humildad, concédeme ser tu hijo/a.

 

Concédeme, Dios, como tu hijo/a discernimiento y sabiduría.

     Guárdame del error.

Concédeme, Dios, como tu hijo/a conocimiento y entendimiento.

     Guíame a la verdad.

Bendice las labores de esta nueva temporada.

     Moldéame para tu servicio.

 

Amén.